Áureo

Diferentes coreógrafos firman las cinco piezas cortas que componen Áureo. Como si de un menú degustación se tratara, el espectáculo invita al espectador a degustar una carta coreográfica cargada de cualidades, texturas y sabores. El aperitivo de este menú lleva el nombre de Jugo, una pieza con la que la bailarina y coreógrafa donostiarra Jone San Martín, exbailarina de The Forsythe Company, propone al público adoptar un curioso y casi inverosímil punto de vista: “Mirar al bailarín como si fuera alimento”. Los significados que tiene el concepto de la comida y sus más diversas expresiones culturales dan forma a un trabajo que rompe la idea de la cuarta pared para encontrarse con el espectador en el hall, en el patio de butacas o en la propia platea del teatro. Una pieza que es también un tríptico que nos acompaña a lo largo de toda la noche (obertura, intermedio y final), y que aúna la danza más contemporánea, la videocreación, la improvisación y la interacción con el público.

Casi humano es el título de la pieza que el reconocido autor israelí Itzik Galili (creador de numerosas producciones para prestigiosas compañías internacionales como el Staasballet Berlin, el Ballet de Israel o el Ballet de l’Opéra National de Bordeaux) ha coreografiado para Dantzaz. Un trabajo en el que defiende el valor de los instantes presentes y la necesidad de esquivar “aquellos planes del mañana que nos acercan a nuestra propia muerte”. Colaborador habitual del Nederlands Dans Theater (NDT) o del Gothemburg Ballet o, el eslovaco Lukas Timulak ha concebido Dot to dot, un trabajo inspirado en la música de Moondog y con el que ahonda en la estética, la plasticidad y la poesía visual del movimiento.

Tampoco podía faltar de esta carta degustación la belleza, ingrediente con el que la creadora francesa Christine Hassid, directora de su propia compañía y ganadora del premio “Biarritz Dantza”, construye una obra que reivindica la aportación de la belleza y su necesaria fuerza provocadora en “estos tiempos de crisis, de violencia indiscriminada y desastres naturales”. Momentum, nombre de esta pieza, se interroga sobre una cuestión inquietante: “¿Cuál es el lugar de la verdadera belleza hoy en día?”. Tras la última pieza que conforma Áureo, titulada Gizon Haiek, se esconde Judith Argomaniz, componente de la compañía LASALA, quién tras una brillante carrera como bailarina y coreógrafa regresa a Dantzaz para firmar una obra que lleva su mirada a las vidas de los hombres “de mar”.