Dal 1700. Barroquismo italiano de entre centurias

Si el Barroco ocupa lugar de suma relevancia en la Historia del Arte Universal, sus aportaciones a la música italiana de los siglos XVII y XVIII copan y eclipsan gran parte de la Historia de la Música.

Italia, siempre dadivosa y fructífera en el campo de las tendencias y movimientos artísticos, fue caldo de cultivo idóneo para el arte del trampantojo musical. Después de un Renacimiento lúcido, comedido y espléndido, y gracias a la mano tendida y amable de Monteverdi, con veces de puente hacia un nuevo destino, la composición musical italiana comienza a desarrollar señas de identidad propias, que situarán al país casi durante dos siglos enteros a la cabeza de las modas y escuelas musicales europeas.

El Barroco musical italiano dota pues, como a un árbol que se dobla de frutos, de una riqueza extraordinaria al patrimonio musical del país. Figuras como las de Antonio Vivaldi (1678-1741) o Arcangelo Corelli (1653-1713) no sólo aumentan el prestigio musical italiano, sino que hacen aportaciones decisivas para el desarrollo de las técnicas instrumentales, especialmente en el caso del violín.

Dal 1700 propone un recorrido por este interesantísimo y vasto trayecto musical, haciendo hincapié en figuras compositivas que se sitúan a caballo entre los siglos XVII y XVIII, analizando así de cerca y en detalle toda la riqueza que el cambio de centuria propició en el Barroco italiano.