Flores musicales, de Dresde a Nápoles
Concierto del Festival de Música Antigua de Tenerife (Fimante) en el Auditorio de Tenerife.
Son numerosos los músicos que durante los siglos XVI y XVII realizaron uno o varios viajes a Italia, especialmente a Roma, Florencia o Venecia. Los compositores más talentosos se daban cita en estos lugares de creación y de imitación artística. Llevaban enseguida a todo Europa las nuevas sonoridades y las últimas creaciones musicales, motivados por el ideal de belleza y de expresividad de una Antigüedad revisitada.
Girolamo Frescobaldi aparece como una figura ineludible del Renacimiento italiano; titular en los órganos de San Pedro de Roma, vio venir hacia él a músicos de todo el mundo y ejerció una profunda influencia en las técnicas de interpretación y composición. Por medio de sus viajes, los músicos contribuyeron a alimentar una fuente musical que se volvió rápidamente común a todas las naciones. Encontramos por ejemplo en este programa, bajo la pluma de diferentes autores, la canción “La Mónica” (en francés “Une jeune fillette”) y “Doulce mémoire”, compuesta sobre un poema del rey Francisco I. Apoyándose en los avances prodigiosos de la técnica, entre ellos la imprenta, la música instrumental se halló igualmente en pleno apogeo. Instrumentos como la flauta de pico, la dulzaina, las violas e incluso los clavecines se desarrollaron por familias. Era un tiempo de experimentación de nuevos prototipos instrumentales que alimentarían una misma perfección sonora. El genio humano se expresaba en plena ebullición, estimulada por los intercambios entre las naciones, las artes y las ciencias. Hallamos dicha inventiva, a veces exuberante, en las piezas de Storace y de Bertoli, en las que el instrumentista alcanza los límites de la virtuosidad, sin abandonar nunca la elegancia indispensable, la sprezzatura, sin la cual ningún acto humano es digno de alabanza.
Il Passeggero nos invita en este programa a realizar un viaje, una inmersión en una Europa llena de vida y movimiento, abundante de ideas y experimentación. Intercalando juegos de habilidad y color, este concierto revive el diálogo de los compositores y sus diferentes estéticas, cercanos entre sí por su sensibilidad y una gran fuerza expresiva.
Rémi Lécorché, sacabuche y flauta de pico
Adeline Cartier, clave
Isaure Lavergne, dulzainas y flauta de pico, y dirección artística del ensemble
Las entradas estarán a la venta próximamente.
Este espectáculo tiene limitada la edad de acceso a mayores de 5 años.