De transcriptos y colores orquestales

Dentro de su ciclo de conciertos de órgano, Auditorio de Tenerife ofrece, en colaboración con la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel (Racba), una matiné con el organista Juan Luis Bardón.

Por su amplia gama de sonoridades, el órgano ha motivado a lo largo de los siglos el desarrollo de un género propio: la transcripción, a través de la cual el repertorio orquestal pasa a ser una manifestación organística genuina. Ya desde el siglo XVII esta práctica se normaliza y alcanza su máxima expresión en la obra de Bach, fruto de su interés por el estudio de las innovaciones de Vivaldi en el estilo concertato. A su vez, otros compositores harían lo mismo con las piezas cumbre del maestro de Leipzig, como el grandioso coro final de su Pasión según San Mateo.

El género de la transcripción parece haber ganado una especial consideración en las últimas décadas por diversos factores. Entre ellos la creación de instrumentos dotados de nuevos recursos expresivos y tímbricos y la necesidad de los intérpretes de adentrarse en otros lenguajes más amplios. De esta forma, surge una visión renovada del concierto en la que el órgano redimensiona las cualidades propias de la orquesta. Desde Mozart hasta el minimalismo de Hans Zimmer, pasando por las sugestivas armonías de Fauré y Saint-Saëns, cuyo Carnaval de los Animales se convierte en un compendio de la amplia paleta tímbrica del instrumento. El oyente tiene la posibilidad de hacer un viaje sonoro por diversas estéticas y formas, que unido a la grandeza del espacio, convierten el concierto en una experiencia artística total.