Auditorio de Tenerife recibe del 11 al 23 de marzo de 2024 la residencia artística Las magias, de Teresa Lorenzo.

La muestra de la residencia tendrá lugar el 23 de marzo. 

Esta creación se ha abordado entre el gesto figurativo y la abstracción geométrica. El pequeño gesto se plantea en el entorno kinesférico del cuerpo, y el gran gesto pone al cuerpo en relación con lo espacial. Trabajar términos elementales relacionados directamente con una lógica física ha funcionado como guía para ir localizando y desenvolviendo una danza que apunta al entramado rural y natural concreto al que se refiere.

En este abordaje tan concreto se han abierto estudios sobre figuras relativas a elementos naturales, celestes, místicos; y sobre las que se ha desplegado una superposición de capas básicas que ordenan y clarifican la acción del cuerpo y se complejizan en su interrelación

Las pauta y herramienta han permitido traer al cuerpo un lenguaje que encuentra la virtud en un hacer cercano, propio. Por otro lado, a la hora de comenzar con la composición existe un  distanciamiento del patrón de composición tradicional. Es un método que supone un pulmón creativo y permite establecer una separación en la condición de ser a un tiempo, sujeto y objeto o coreógrafa y bailarina.

Poco a poco se está dado sentido a todo con el soporte estético de esa cosmovisión y a través de la creación de una partitura base que cuida más y más todo el conjunto de la gestualidad del cuerpo.  Un cuerpo liviano, limpio de vicios, excesos, automatismos que relaciona con precisión la tensión, la sensualidad, el peso y el entorno.

A lo largo de la residencia se profundizará en el estudio y posterior desarrollo y manejo de dichas figuras y dinámicas sobre la partitura inicial, con el objetivo de producir un lenguaje preciso y genuino, que permite la creación de una composición coreográfica estable. Esta parte del trabajo viene a ser un refinamiento de la danza que servirá de soporte para el cierre del proyecto.

 

Teresa Lorenzo

Creadora, bailarina, profesora de danza contemporánea y yoga. En el campo del movimiento se forma de manera independiente estudiando diferentes técnicas de danza, otras disciplinas referidas al cuerpo y teatro en Canarias, Madrid, Barcelona, Zurich y Nueva York, donde su aprendizaje en la Trisha Brown Dance Company fue determinante. Acude a programas de formación continuada, talleres, clases magistrales y siempre manteniendo un continuado y exigente trabajo de investigación y acondicionamiento físico en solitario.

Crea sus propias obras desde el inicio de su carrera. Ha colaborado con numerosos artitas, tanto de las artes escénicas como plásticas y sonoras. Ha atravesado proyectos de diversa índole, mediación, numerosos laboratorios de investigación, acompañamiento artístico, asesoramiento coreográfico. Ha trabajado con colectivos de naturalezas diversas y poco convencionales. También ha cultivado con rigor la línea pedagógica en el campo de la danza y el yoga, recibe una formación de siete años con un discípulo directo de B.K.S. Iyengar.

Con un acentuado rigor experimental, y como búsqueda de un lenguaje corporal ajeno a las tendencias contemporáneas convencionales, ha profundizado desde un punto de vista poético y filosófico en varios modos de relación con la naturaleza en sus diversas manifestaciones, lo que le ha ofrecido diferentes puntos de vista, perspectivas, aristas, para tratar de redefinir, para afrontar, para, en definitiva, estar en la danza.

En los últimos años de su carrera se ha especializado en el site-specific, y en la improvisación junto al músico Manolo Rodríguez, con quien trabaja hace más de diez años.