- lunes20 | agosto18
Los tenores Milos Bulajic y Li Biao consideran que "La italiana en Argel" es la mejor ópera de Rossini
Los tenores Milos Bulajic y Li Biao afrontarán el personaje de Lindoro en La italiana en Argel, la ópera de Rossini que se pone en escena a finales de octubre en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. Bulajic y Biao, que se repartirán el papel de enamorado de Isabel en las cuatro funciones previstas en la apertura de la temporada de Ópera de Tenerife, son dos componentes de la sexta producción de Opera (e)Studio.
Los dos cantantes se estrenarán en la Isla, pero no en esta ópera y ambos se deshacen en elogios sobre este título. “Es la mejor ópera de Rossini y la mejor comedia que he visto”, apuntan ambos sobre la producción de Ópera de Tenerife.
Milos Bulajic, nacido en Bonn (Alemania), se formó en la berlinesa Hochschule für Musik Hanns Eisler y en la Hochschule für Musik de Würzburg. El intérprete, que visitó recientemente la Isla para disfrutar de La traviata, tiene referencias por diversas amistades del programa académico Opera (e)Studio, del que destaca “su trabajo para establecerse como un gran referente lírico”.
Li Biao procede de Gansu (China), se gradúa en el Conservatorio de Sichuan en 2011 y tuvo la intención de participar durante la temporada 2016-2017 en las audiciones de la academia para Don Pasquale, aunque por diversos compromisos no pudo realizarlas. El tenor oriental afirma que “nunca he estado en Tenerife, pero el Auditorio, aparte de ser uno de los edificios más bellos, tiene una gran reputación fuera de la Isla”.
Milos Bulajic, que ya interpretó este título en el Nationaltheater Weimar en la temporada 2016-2017, destaca “la importante demanda técnica que requiere”. Para Li Biao, que también ha participado en varias ocasiones con este título en recintos italianos y austriacos, el reto se centra en “expresar la personalidad y el carácter de este papel”. Ambos concluyen que Lindoro requiere de “equilibrio para afrontar las notas, las coloraturas y las frases largas”.
Respecto al trabajo que desarrollarán en Opera (e)Studio bajo la dirección del maestro Giulio Zappa, Bulajic espera “disfrutar del tiempo compartido con otros artistas jóvenes”; además de “poder ser escuchado por un público amante de la ópera”. Biao, por su parte, aspira a “mejorar y prepararme para ser un cantante profesional”. Ambos expresan “las ganas de estar encima del escenario del Auditorio de Tenerife”, anticipando que se tratará de una producción “fresca y atractiva”.
Al abordar sus proyectos de futuro, el tenor alemán afirma que le gustaría “tener una carrera tranquila”, definiendo ese aspecto como “alejada del ruido mediático” para poder “centrarme en mi trabajo y disfrutar de algo que surge de lo más profundo de mi corazón”. También destaca preferencias respecto a futuras interpretaciones como “los roles de Ernesto en Don Pasquale, Tonio en La fille du régiment, Arturo en Puritani, o incluso, Elvino en Sonnambula”. Además, confía que en “dos décadas pueda aspirar a los roles Edgardo en Lucia de Lammermoor, Tito en Clemenza o Macduff en Macbeth”.
Biao asegura que no puede hacer un plan de futuro y prefiere “vivir cada momento sobre el escenario” haciendo lo que sueña. Aunque no se decanta por ninguno en especial, vuelve a tener un punto de coincidencia con su compañero de rol, ya que desea poder ser Tonio en La fille du régiment, “una ópera que me gustaría interpretar”, concluye.
Antes de llegar a esos futuros objetivos, la mente de Bulajic y Biao se centra en Tenerife, donde el próximo 7 de septiembre iniciarán un proceso de perfeccionamiento artístico durante dos meses bajo la dirección de Giulio Zappa, que concluirá con la representación de las cuatro funciones de La italiana en Argel, que tendrán lugar del 25 al 28 de octubre.
Este título, que supone el arranque de la nueva temporada Ópera de Tenerife, trae consigo el estreno de Nikolas Maximilian Nägele como director musical y el regreso de Giorgia Guerra como responsable de la dirección de escena, quien ha ambientado esta coproducción de Auditorio de Tenerife con el Teatro Comunale di Bologna en la década de los ochenta del siglo pasado en la atmósfera surrealista de un spa ubicado en Argel, todo ello aderezado con un vestuario divertido y colorido afín a la época.