- miércoles15 | mayo19
La Sinfónica invita a los escolares a un recorrido por tres continentes
La Sinfónica de Tenerife, dirigida por Ignacio García-Vidal, inició hoy [miércoles 15] en el Auditorio de Tenerife una nueva semana de conciertos didácticos que reunirá hasta el viernes a más de 3.000 escolares procedentes de 16 municipios de la Isla. La actividad concluirá el sábado [día 18], a las 12:00 horas, con la celebración del concierto en familia. Malaika: El eco de los tambores es el título de este viaje narrado por Ana Hernández-Sanchíz, donde la música y la palabra, los tambores y las voces guiarán y acompañarán al espectador en un espectáculo que une culturas, personas y continentes.
La formación tinerfeña cuenta, en esta ocasión, con la colaboración de los jóvenes integrantes de Bloko Junior-Bloko del Valle, que harán resonar sus tambores en un concierto sinfónico muy especial. Malaika, además de ser una expresión cariñosa en idioma suajili -que significa princesa o ángel-, se trata de una pieza popular de Tanzania. La melodía, que en esta versión lleva la orquestación de Jimmy Bidaurreta, se ha utilizado en África del Este como canción de cuna, pero también se trata de una de las composiciones de amor más famosas en Kenia.
El repertorio de este concierto contempla además, piezas y fragmentos de obras de diferentes autores sudamericanos del siglo XX, tres uruguayos y un argentino, que comparten su amor por la música folclórica de su región, tanto campesina como ciudadana, y que supieron traducir al lenguaje orquestal esos ritmos y melodías populares, influenciados por la tradición afroamericana.
Además de Malaika, los asistentes podrán escuchar Danzas de Estancia, de Alberto Ginastera (1916-1983), una pieza que refleja las diferentes actividades que se desarrollan a lo largo de un día, desde un amanecer hasta otro amanecer en una estancia, que es una gran explotación dedicada a la cría de ganado.
El poema sinfónico de Eduardo Fabini (1882-1950), La isla de los ceibos, tiene por escenario bucólico el conjunto de árboles que predominaban a orillas del arroyo Solís Chico y en donde diversas especies de pájaros lo poblaban en el verano, creando con sus cantos una sonoridad especial que el compositor llamaba cajita de música. El término isla, en el lenguaje de los gauchos, significa un conjunto de árboles en una llanura o valle.
En la Suite de Ballet según Figari, de Lamarque Pons (1917-1982), estrenada en 1961 por la Orquesta Sinfónica del SODRE en el Teatro Solís de Montevideo, se incluyeron por primera vez tambores afrouruguayos en una obra sinfónica. El compositor se inspiró en los cuadros de su compatriota Pedro Figari para componer su suite; los candomberos -patios coloniales- organizaban bailes donde coincidían personas de todas las clases sociales, fiestas y tradiciones.
Tamboriles de Luis Cluzeau Mortet -con arreglos de Ariel Britos- es una obra escrita originalmente para piano y describe el recorrido sonoro de una comparsa que participa en un desfile. Se puede percibir el tronar de los tambores que se acercan, en un crescendo prolongado hasta llegar al clímax, el momento en el que la comparsa está realizando su baile, hasta que termina y se aleja.
Las entradas para el concierto en familia, al precio único de 5 euros, se pueden adquirir en la taquilla, de 10:00 a 19:30 horas de forma ininterrumpida de lunes a sábado; por teléfono en el 902 317 327; o por internet en las páginas www.sinfonicadetenerife.es y www.auditoriodetenerife.com. Esta propuesta del área socieducativa de la Sinfónica de Tenerife, que está incluida dentro de la estrategia Tenerife 2030 que está desarrollando el Cabildo Insular, cuenta con la colaboración de la Fundación Cepsa y la Obra Social "la Caixa".