Sinfónica de Tenerife acerca la música clásica a las audiencias más jóvenes con El mito de Perséfone, un concierto didáctico de la orquesta que se podrá disfrutar en familia este sábado [día 1] a las 12:00 horas en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. Las entradas están a la venta en los canales habituales: en taquilla de 10:00 a 19:30 horas de lunes a sábado; por teléfono en el 902 317 327; o por internet en las páginas web www.sinfonicadetenerife.es y www.auditoriodetenerife.com.

El mito de Perséfone comenzó esta mañana [miércoles 30] en el Auditorio de Tenerife con dos de las cuatro sesiones escolares del espectáculo, que continuarán mañana [jueves 30] a las 10: 00 y l1:30 horas, recibiendo en la Sala Sinfónica a un total de 4.200 alumnos de Educación Primaria y Educación Especial. Este concierto didáctico, al que asistirán 52 centros educativos, forma parte de la programación del área socioeducativa de la Sinfónica de Tenerife.

En esta nueva actividad, la formación del Cabildo contará con la dirección de Ignacio García-Vidal y compartirá el escenario con una actriz y cuatro bailarines del Centro Internacional de Danza Tenerife bajo una coreografía de Héctor Navarro, que narrarán la historia de Perséfone, el mito griego que explica el origen de las estaciones del año.

La voz de Ana Hernández Sanchiz hilvanará el cuento musical basado en el ballet Las Estaciones del autor romántico Alexander Glazunov, que se desgranará a través del lenguaje de la danza clásica. El público infantil podrá participar desde sus butacas a través de canciones, ritmo o danza.

La leyenda griega narra cómo Perséfone, hija de Zeus, se encontraba recogiendo flores en compañía de sus amigas ninfas. En el momento en que iba a tomar un lirio, la tierra se abre y por la grieta sale Hades, el dios del infierno, y se la lleva. Según este texto, el origen de la Primavera está precisamente en este rapto, pues cuando Perséfone es llevada a los infiernos, las flores se entristecieron y murieron, pero cuando regresó, las flores renacieron de alegría.

El núcleo del concierto lo constituye Las Estaciones de  Alexander Glazunov, que estará precedido de la primera de las Gymnopédies escritas por Erik Satie, aunque orquestada como número 2 por Debussy. Esta obra para piano fue compuesta y publicada en 1888, tratándose de una pieza ligera que suele clasificarse como como danza. De hecho, el nombre remite a un baile practicado por jóvenes bailarines desnudos en Esparta.

La partitura de Glazunov fue escrita para el Ballet Imperial Ruso, que la estrenó en 1900 con coreografía de Marius Petipa. No tiene un hilo argumental sino que se trata de una serie de cuadros que describen escenas de las estaciones: el frío, la caída de las hojas, la brisa, los pájaros… Glazunov tomó el testigo de los grandes ballets de Tchaikovsky con esta composición situada al final del Romanticismo y con ciertas pinceladas impresionistas.