El segundo cuatrimestre del curso, que se extiende hasta junio, tendrá lugar en doce municipios de la isla

 

El programa Escuelas de Teatro del Auditorio de Tenerife, espacio que depende del Área de Cultura del Cabildo que dirige el consejero Enrique Arriaga, inicia las clases del segundo cuatrimestre del curso con más de 200 alumnos inscritos. Los municipios participantes en este programa son Adeje, Arico, Arona, Candelaria, El Rosario, El Sauzal, Granadilla de Abona, Guía de Isora, La Laguna, La Orotava, Santa Úrsula y Tegueste.

Para este cuatrimestre se ofertan tres opciones en función de la edad de la persona que quiere recibir las clases teatrales: Grupos A (de 7 a 11 años), Grupo B (de 12 a 14 años) y Grupo D (mayores de 18 años). Las asignaturas que se imparten, con una metodología lúdica, son Expresión corporal, Expresión oral, Historia del teatro, Interpretación y Práctica escénica. Todas las actividades se realizarán en grupos como máximo de 15 alumnos, de lunes a viernes en horario de tarde.

Las Escuelas de Teatro, un programa del Área Educativa y Social de Auditorio de Tenerife, se desarrollan, en colaboración con los municipios de la isla, durante todo el curso escolar en centros educativos y culturales, impartiendo formación teatral a niños, jóvenes y adultos con el fin de potenciar una afición artística de calidad y colaborar con el desarrollo cultural de su entorno. Todos los profesores están titulados en Arte Dramático por la Escuela de Actores de Canarias.

Para ser alumno de una Escuela de Teatro no es necesario ningún conocimiento previo ni especiales aptitudes pero sí cumplir con los horarios, las normas de las escuelas, así como con el protocolo de prevención contra la COVID-19, indicado en la página web https://auditoriodetenerife.com/es/escuelas-de-teatro.

El teatro es importante para contribuir a la identidad cultural de una comunidad, cultiva valores expresivos de relación interpersonal y anima a la participación social. Además, aporta recursos y herramientas que son útiles para desenvolverse en la vida real (superación de la timidez, capacidad de hablar en público, asimilación del sentido de rol social...). El teatro también potencia habilidades sociales que se adquieren con el trabajo en grupo, como la cooperación, la tolerancia, la responsabilidad, el respeto o la solidaridad.