Viola Fest

Auditorio de Tenerife, dentro de su Ciclo de Cámara, ofrece un concierto de Viola Fest.

Viola Fest

Este programa ofrece un viaje en el tiempo hacia diversos periodos de la  historia de la música. Nos trasladaremos al pasado en manos de las cuerdas frotadas,  el violín, la viola y el violoncello. 

Contaremos para ello con el violinista Marco Rizzi, galardonado en concursos  internacionales como el Chaikovsky y Queen Elizabeth, y profesor de violín de la  Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid. También con Geneviève  Laurenceau, profesora de violín en el Institut D´Enseignement Supérieur de la Musique  Europe et Méditerranée, ganadora del quinto concurso de Le Violon de l´Adami y  directora artística del Festival de Música Obernai fundado en 2009. 

A la viola tendremos a Nobuko Imai, profesora en el Conservatorio de Ámsterdam y la  Academia de Kronberg, así como de la Escuela Superior de Música Reina Sofía; y a  Macarena Pesutic, ganadora del Concurso RWE de Leipzig y del “Music Teachers  National Association”, y profesora del Conservatorio Superior de Música de Canarias  desde 2005. 

Por último, Enrico Bronzi, cellista del Trio di Parma y profesor de la Universität  Mozarteum de Salzburgo desde 2007 completará el elenco de intérpretes. 

El concierto comienza con Tres Fantasías para violas a tres voces 1680 de Henry  Purcell (1682-1695), escrita durante el verano de 1860. La primera Fantasía presenta  multiplicidad de motivos marcados por síncopas recurrentes en la segunda sección. La  siguiente nos muestra un laberinto de modulaciones complejas, cromatismos y  retardos, mientras la tercera brilla por la libertad polifónica y las constantes  modificaciones en la estructura melódica y rítmica. 

Continuaremos con Lament para dos violas de Frank Bridge (1879-1941), escrita y  estrenada en 1912 destaca por el diálogo íntimo que se produce entre ambos  instrumentos, creando una atmósfera de melancolía, emociones profundas y un timbre  oscuro que contribuye al carácter introspectivo de la pieza. 

La siguiente obra es la Sonata para violín y violoncello, M. 73 de Maurice Ravel  (1875-1937) dedicada al compositor impresionista Claude Debussy. Se estrenó el  primer movimiento Allegro en 1920, y los cuatro movimientos en 1922, Très vif, Lent y  Vif, avec entrain. La obra, articulada en torno a dos temas principales, muestra un  interés del compositor por el contrapunto y un reflejo de la preferencia por la melodía  frente al rechazo de la armonía. 

El concierto finalizará, después de una breve pausa, con el Quinteto para cuerdas No.  2 en sol mayor, Op. 111 de Johannes Brahms (1833-1897) compuesto en 1890 y  dividido en cuatro movimientos caracterizados por las hemiolas del Allegro non troppo,  ma con brio, un Adagio melancólico y agridulce, el intermezzo de Un poco Allegretto como sustituto del scherzo, y un recuerdo a las Danzas Húngaras en el último movimiento Vivace ma non troppo presto.

Lidia Bacallado Sastre